Soy Diana, una preciosísima estudiante madrileña de piel blanca, ojos alegres y una sonrisa siempre en mis jugosos labios. Tengo el cuerpecito esbelto, delicado, pequeñito y manejable, aunque no por ello falto de curvitas. Soy muy extrovertida y habladora, no te quedarás cortado ni un segundo a mi lado y creerás que me conoces de hace más que de unos minutos. Puedo hablar de cualquier tema de actualidad, pues mi formación y mis aficiones me lo permiten.
En la cama soy un volcán, siempre a punto de ebullición. Te haré sentir como hace tiempo que nadie te hace sentir: un Rey. Con mis caricias te dibujaré una corona, con la yema de mis dedos jugaré con ella y, finalmente, como la gatita traviesa que soy, me tendrás que devolver esa corona cuando te deje rendido.